Pegame. Pagame.

Pegame. Pagame.No estoy orgullosa de lo que hice ese día pero pagan muy bien y necesitaba mucho el dinero. La primera ley máxima cuando trabajamos con sexo en no rebasar nuestros limites por dinero pero ese día mi moral y mi cartera chocaron. Por una parte quería, sabía a lo que íba y me gustaba pero por la otra estaba esa voz en mi cabecita que si aceptaba ir esta destruyendo todo lo que miles de mujeres habían contruido. Apagué la radio.A las actrices porno a veces nos invitan a fiestas, nos pagan para ir a eventos y si queremos pues a más cosas. Ya me entendéis así que el día que me llamaron para ofrecerme ser la muñeca sexual en una fiesta no lo ví tan mal. Era fácil, literalmente dejarme hacer de todo. De todo. Ahí la parte moral.Llegué a la casa vestida como me habían pedido. Tacones, medias de tejilla, tanga y bikini. Con un abrigo encima claro está mi chofer no tenía porqué saber a qué iba. Al lleguar me esperaba a otras chicas, normalmente nos contratan a 3 o 4 pero estaba sola. Bueno me dije, seran pocos en la fiesta. Y así era, eran pocos en la fiesta, todos hombres de meidana edad. El anfintrión al que llamaremos Alberto me cogió el abrigo y me lo colgó en el armario y me hizo entrar a la sala donde estaban todos. Estaba muy caliente. Los besé a todos como saludo y me enseñaron donde era mi lugar en la fiesta. En el centro de la sala estaba un palo en el suelo y un vibrador en la punta. Me iban a empalar. Lo había hecho en pelis, es una practica que me encanta y me pone aún más cachonda. Me ayudaron a subir y me puse encima de mi nuevo juguete. Los pies casi no me llegaban al suelo con los tacones, estaba muy mojada.- Bueno Carla, como sabes vas a ser nuestra muñequita esta noche así que te vas a quedar aquí hasta que alguien requiera tus servicios. - Alberto parecía tranquilo.- Si Alberto. Para lo que querais.La fiesta fue pasando y quizas en una hora nadie me hizo caso, me dolían ya las piernas cuando un amigo de Alberto requirió de mis servicios. Me ayudó a bajar y de un empujón me tiró al suelo.- Comemela. - No me gustaban sus modales pero me pagaban para aguantar.Se la empezé a chupar y él me iba abofetenado la cara. Me dolía. Pegaba fuerte. Se corrió en mi cara y me hizo lamerme para limpiarme mientras seguia abofetendome la cara. Luego le tube qur limpiar la mano. Todos a mi lado estaban atentos al espectaculo. Antes de volver a mi sitio otro amigo me cogió, me llevó al jardín y me preguntó si me podía azotar el culo, le dije que si y me ordenó que contara en voz alta. Llegamos a 50. Se me saltaban las lagrimas. Cada una era más fuerte que la anterior y joder dolían pero me corría de placer. Entramos y mi juguete había camiado de posición, estaba ligeramente incliando, querían que ahora me lo metiera por el culo. Lo hice y por altura tenía que estar agachada para poder metermeto bien, mi boca quedaba a la medida de sus pollas. Sutiles.Los miré y todos iban con la polla fuera. Uno se puso detrás mío y me empezó a azotar el culo otra vez, no me gustaba estar asi y que me azotaran, el siguiente me pusp su polla en la boca y me cogió la cabeza para follarmela mientras me azotaba la cara coko el otro había echo. No me gustaba donde iva todo eso. Mis pechos se mobían por las embestidas de la polla en mi boca y los azotes en mi culo. Vi llegar a Alberto con dos pinzas para pezones con anillas para poner peso. No me gustaba donde querían ir. Me las puso y chillé de placer con la polla en la boca, los tenía super sensibles. El que me daba azotes en mi culo paró para empezar a abrirme más el culo, tenía el vibrador y dos dedos suyos, gritaba de placer, me encanta anal. Cuando estubo bastante dilatado me metió su polla y me folló. Los azotes pararon por poco tiempo. Mientras él me cogía por la cintura para poder follarme más fuerte un amigo siguió con su trabajo. Ya ni contaba los azotes que llevaba.De repenté notés una chorreada de calor en mi boca de semen y antes de que pudieta tragar ya tenía otra polla, me ahogaba con el semen del otro pero a base de bofetadas me lo hicieron tragar. Ya no sabía ni cuanto dolor sentía. Algunos solo hacían fotos y vídeos con el móbil, eso es normal, viene dentro del precio.Cuando se corrieron las dos pollas que tenía dentro me dejaron un rato. No me podía mover del dolor que sentía. Alberto vino y me puso dos pesos en los pezones, me dolían. Me pasó suavemente la mano por el culo y chille de dolor, lo tenía muy sensible, si no tenía sangre ya sería un milagro.- Te has portado muy bien muñequita. La otra que vino no supo aguantar. Pero yu eres diferente. - Azote en la cara.- Sí, tu nos gustas.Se fue y me dejó allí magullada y un poco violada para pk decir que no. Mis pechos se movian por el peso y me dolía horrores. Al cabo de un rato vino otro, me sacó el vibrador del culo y me hizo apoyar mis manos en la mesita que tenía en frente. Mis pechos seguian suspendidos por los pesos. Me folló el culo pero sin azotes. No decía nada. Me cogió del pelo cosa que hizo que al incorporar mi cuerpo los pesos fuesen a más dolor. Me folló mucho y muy bien, este sabía que hacía, los pezones me dolían horrores, creo que era la tercera vez que lloraba de dolor esa noche. Cuando terminó me quito los pesos y me dejó en el sofá.La noche siguió pasando con violencia y folleteo, me sentí muy violada peró como decía, la moral superó a la cartera y me corrí más veces de las que recuerdo. Quiero más de Alberto y sus fiestas.-- REAL --