A PLENO SOL. Los pescadores y el surfista

A PLENO SOL. Los pescadores y el surfistaMe desperté temprano, me duche un café un jugo de naranja, mi amiga dormía, descansando de la noche agitada. Estábamos en Piriàpolis en casa de mi madre, fuimos por el fin de semana, hacía calor y el sol recién surgía. Me puse mi malla dos piezas amarilla, puse en la bolsa aceite de bebe, bronceador y un libro. Los lentes, ojotas, una tiara para echar atrás mi cabello y a la playa. Baje por el caminito del atajo, pase por el chiringo de los pescadores, vi dos hombres con sus redes salude sin mirar y ellos me saludaron, ya estoy en la arena.La ribera estaba casi desierta, solo un muchachote con una tabla de surf iba y venía por la arena. Estire el pareo y me tendí sobre él, me desate el corpiño de la malla y mis tetitas quedaron al aire quería broncear mis pezones. Los ojos del muchacho quedaron perdidos entre mis senos. Eso me encantó, le sonreí a su exclamación mamita ? dijo - y sentí un cosquilleo en mis pezones que me picaban del deleite de agradar? Ni recuerdo como sucedió, al rato estábamos conversando los dos juntos y chichonenado con roces disimulas y sonrisas cómplices. Era muy medroso a pesar de sus 20 y pico así que decidí tomarla incitativa y metí una mano dentro de la mallita y comencé a masturbarme suavemente. Te gusta - le pregunte ? por hacerme la nena tonta, pero era evidente sus ganas de mi. El vio mi cara de placer y su bulto parecía escapar de la bermuda. Se reclinó sobre mi y su lengua busco mi boca, mis labios ávidos la recorrieron en esa comida de boca. Me tomo un pecho y comenzó a succionar mis pezones que ya estaban duros de deseo. Que placer esa boca comiendo mis pechos como un bebe hambriento. Yo ya entre gemidos me había adueñado de su miembro y lo sobaba con mi mano y con la otra jugaba en mi conchita, que deleite. Fue entonces cuando él se sumergió en mi vagina que pude ver los dos pescadores detrás de uno arbustos gozando el espectáculo. Mi rostro de delicia los tenias embelesados, eso me trastornó más y mas se dieron cuenta que los había advertido y que no hacía nada por esconderme. Acreciente el nivel de mis baladros y clamores para que me oyeran, como me deleitaba y me sacaba la exhibición que estábamos dando a esos dos veteranos. Me di cuenta que los viejos se estaban masturbando con la exposición. El joven se empapo la verga con saliva y la fue introduciendo suavemente en mi vagina que se fue abriendo como una flor ? eso papito eso dame por favor le susurraba ? la siento desplazarse en mi interior y comenzó a moverse en un mete y saca delicioso. Me siento derretir de placer y los dos pescadores observando a como me poseían me calentaba mas y mas. Pronto comencé a desvariar y orgasmear, me transitaban corrientes por todo el cuerpo y mis muslos me quedaban flojos, el macho como enajenado ingresaba y afloraba de mi. Me subí encima del joven y los marinos me quedaron a escasos 5 metros detrás de unas matas, con sus miembros al aire y sus cataduras de deseo, se pajeaban al unísono por mi. Encaramada yo montada en sus caderas comencé a cogerlo, me zarandeaba como una serpiente entre chillidos me empataba hasta el fondo en su verga, la comprimía con las paredes de mi vagina y emergía de ella para enseguida volver a empalarme. (Mmm? eso. Dios ? susurre - )Abría la boca y me mordía los labios, para los pescadores como pidiéndoles sus pijas en mi boca. (Ahaaaaaaaaa ? exclame - ) Que placer, (Mmmm) para mí era una orgia y el semental que me estaba dando no sabía pensaba que era solo suya y noc sabia que me compartía con dos hombres mas. Se asió de mis mamas v con un alarido me descargo todo su simiente en el fondo de mi vagina. (Acabaaaa papito, acaba por favor ? le rogué -) Quedamos ceñidos un minuto, mareados de tanta intensidad, nos dimos unos delicados besos pude ver ? de reojo - que los pescadores ya no estaban. Me despedí del guacho acabador, quedamos en vernos a la noche en el boliche, yo llevaría mi amiga y el a sus compañeros. Tome el repecho de la duna buscando el caminito, cuando vi a los dos hombres sentados en el bote en su rancho. Por primera vez los miré me habían regalado una bella paja, uno era un viejo de blanca barba piel curtida por el sol, que lo conocía de verlo todas las mañanas cuando bajaba a la playa, el otro más joven un pardo veterano, grande, tostado y fortachón.Me arrojaron un vistazo con ojos de codicia y complicidad, conseguía apreciar que me comían con la vista trepanando mi organismo que recién habían contemplado deleitarse, siendo poseída y entrega al amor. Eso me excitaba, me latía el corazón y los deseaba, tenía aun el semen del surfista en mi conchita que esta hinchada por el placer recibido. Me pase la mamo por el cabello y les sonreí. ? Estaban mirando pillos - les dije como un susurro - y fui hacia ellos. Ya había perdido la cordura y mis instintos me gobernaban, la puta insaciable que hay en mí era el motor de mis actos. La feromona del deseo de esos pescadores por mi nadaba en el aire, yo era el centro del deseo que provocaba esas sensaciones y eso me da un regodeo y un dominio irresistible. Me aproxime a ellos lujuriosamente, contorneando mis caderas y sacando la legua demandando pasión desprendiéndome el pareo que rodo por la arenilla podía husmear sus ganas de mi de hacerme de ellos. Sin expresar vocablo, solo musité deseo, me arrodille frente al más añejo y fui golosa a su bragueta, (Dame papito - murmure -) el me ayudó a desprenderá y una pija regordeta y con sobrantes de semen, de la paja que se había hecho por mí quedó ante mi boca, su olor penetrante y salobre me atrapó, me la metí en la boca entrecerré los ojos y la sorbí con deseo. El viejo pescador no podía creer ese regalo del cielo, una putita, rubia, tierna y burguesita mamándolo en la playa, era un regalo de los dioses del mar. El otro, el pardo grandote acercó también, su verga para participar del festín, era un falo más atemorizante, groso y largo con una cabeza bien formada. Lo mame con deleite, gimoteando de placer y metiéndomela hasta los huevos en mi garganta de puta golosa que casi vomito. Me halaron hasta unas redes que estaban amontonadas junto al bote. El viejo me quería penetrar, no aguataba mas y quiera clavarme tendida en la red le abrí mi labios vaginales y me empalo con fuerza, (Mmmmmmmm hayyyyyy me duele por favor, suave, suave macho -roge - ) grite de placer y dolor estaba deliciosa y yo también lo deseaba, gozaba el placer que me daban y la calentura que les daba mi presencia mi cuerpito a su merced que los enloquecía y los desquiciaba, me estaban recogiendo a su antojo y nunca se lo habían imaginado) y el ceniciento me daba por la boquita, acariciando mi pelo, el viejo encaramado sobre mi apretaba mis pezones como dos manijas y entraba y salía de mi cuerpo a un ritmo en encantador, mi concha dilatada y abierta resistía sus embates lubricada y empapada. Acabamos los dos entre gemidos, el pardo se prendió de mis caderas y me puso de espalda y supe lo que venía, lo contuve un segundo para papito por favor- le rogué,- quiero gozar, para. Vamos a lubricar mu culito. Por suerte mi bolso estaba a mano y el frasco con aceite de bebe. Embardune ni cola y su pija que ataba dura deliciosa y palpitante del deseo de mi culito. Le pedí que empapara un dedo en aceite y me lo metiera, el pardo empapo un dedo y lo clavo en mi cuerpo, el dedo áspero grueso, empezó a jugar dentro de mi colita, el aroma a aceite de almendras se mescaba con el olor a pescado y salitre. Me acomode sobre las redes y eche mi ano para atrás, separando las nalgas con mis manos. Aprecié la coerción en el esfínter, la cabeza palpando por penetrar en mí, el ímpeto con que se aferró de mi talle para estar firme, la cabeza milímetro a milímetro se fue desplazándose íntimamente, una mescla de picor, sufrimiento, y el delicia de la sumisión me hacia enloquecer. Los resoplidos del sátiro atrás mío, la presión en mis caderas, el culo que se me dilataba que consideraba que las paredes iban a detonar? DIOSES que alucinación, el goce de una mujer sometida, clame de delectación, berree de de sufrimiento, hasta que esa boa que se transportaba en mi recto toco fondo. Que delirio feroz quería mas y sabia que no podía tolerar más un milímetro mas y me desgarraba el alma, el culo, la sentía incrustada en mi vientre me calmaba cuando retorcedla pero al segundo la codiciaba hundida como una estaca de vida en mi recto. Me estaba atomizando, destruyéndome y yo sumisa gozaba un orgasmo detrás del otro. El viejo se entretenía con mis pezones y mi pelo o mintiéndome los dedos saláoslos en mi boca. El macho atrás mío me serruchaba con ganas, me daba palabrotas y me escupía de deseo de someterme no le alcanzaba con su polla en mi cuerpo. (Mmmmm) De pronto su polla empezó a palpitar en mi cuerpo, se venía, si papi si dame, dame por favor haceme tuya - atine a decir ? y rogarle por su leche. Su descarga fue apoteótica, cuanta leche tibia dentro de mi cuerpo cuanta, una acabada interminable.(Toma puta ? grito - puta) y pensé que me partía en dos Se corrió exhausto pero el viejo con nuevos bríos ocupo su logar, mientras el pardo acerco su polla a mi boquita para que la limpiara de los restos de semen y mis jugos el viejo se acomodo detrás mío. ? Quieres papito - le dije ? me puse en popa y abril mi culito que estaba dilatado como una flor por la polla del pardo y chorreaba semen de la fenomenal acabada. Lo aprecié tratar de entrar en mí y yo sumisa me quede quietecita, para que el también saciara sus ganas. Tome su verga con mi mano y la guie a ensartarme hasta que concebí que había entrado en mi culito. Le dije amor tu quietito mama te saca toda la leche y empecé a moverme el quieto ensartándome y yo trabajando para él, para su placer? mi culito jugaba con si garrote, comiendo su falo y apretándola con mi orificio que dilatado igual me obedeció. Pronto aprecié su líquido dentro mi y su eyaculación. (Placer de los dioses, placer, me los había comido a los dos, me sentí en el cielo) Me consto recuperarme, aún estaba excitada me ardida el orto y la vagina, pero la exhibición y el placer de los sementales desconocidos colmaba mi ego, me sentía una princesa rusa pero mis machis agotados? y yo diosssssss en el cielo. deliciaaaaaaaaaaMe senté en la red y comencé a limpiarles las pijas con mi lengua, mis labios besando las cabezas, acariciando todo el cuerpo del glande y los huevos. Quiero algo - le susurre al viejo al oído - el sonrió y no dijo nada. ? es una orden papito tengo curiosidad de sentirme bien indigna. Rápido sentí el cochorro de orín plateando y caliente sombre mis pechos, y como me insultaba - a mi pedido de que me dijera cosas chanchas - puta, chupa pija, burguesa cogida, mamadora. Yo me retorica de placer, creo que tuve otro orgasmo, el pardo lo imito y los dos se descargaron en mi cuerpo, me decía putita te rompí el culito, como te quedo, babosa, traga leche? era para mí la sumisión a los deseos, sentirme degradada y humillada como una puta rastrera, por esos dos pescadores, el haber sido su objeto sexual y una mañana que siempre recordarían. Tome mi bolso me puse el pareo sin nada abajo, habida cuenta de que perdido el corpiño y les deje la malla llena de leche de regalo como trofeo. Me despedí con un beso a cada uno diciéndoles lo mucho que me habían hecho gozar y emprendí el caminito a casa. El sol calentaba el día, sucia de orín y de semen con moretones y mordiscones en las tetas y la cintura, el culo abierto me dolía al caminar y la concha hinchada como una flor. A cada pedito, a cada contracción expulsaba un poco de leche del culito y de la concha, pero no sabía de cuál de los tres sementales seria, mi ego feliz, mi puta interna complacida y el olor a macho y meo en todo el cuerpo y la cara. Pensé mi cuota de esperma por el día esta cubierta. .. Feliz y bien cogida. Había sido una mañana de domingo a pleno sol. Y una historia para compartir con mis amigos de hámster. Que termino hoy miércoles y les cuento para que gocen y se animen al placer. A mis amigos libidinosos salud. Maria Marta. 18/01/2017